Cada tercer
jueves de noviembre se conmemora el Día Mundial del Cáncer de Páncreas, una fecha
impulsada por organizaciones internacionales para visibilizar una de las
enfermedades oncológicas de mayor agresividad y menor tasa de supervivencia.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta neoplasia representa una
de las principales causas de muerte por cáncer a nivel global y su incidencia
continúa en aumento, especialmente a partir de los 60 años.
Buenos Aires – 30 noviembre 2025 - El desafío más significativo es su diagnóstico tardío: más
de la mitad de los casos se detectan cuando la enfermedad ya se encuentra en estadios
avanzados o metastásicos. Con el objetivo de contribuir a la concientización y
promover la consulta oportuna, la oncóloga Dra. María Abril, especialista de
DIM Centros de Salud, comparte información clave sobre esta patología.
UN CÁNCER
SILENCIOSO Y DE PROGRESIÓN AGRESIVA
“El cáncer de
páncreas o adenocarcinoma ductal pancreático es un tumor maligno que se origina
en las células que recubren los conductos del páncreas. Entre el 80 y el 90% de
los casos se desarrolla allí”, explica la Dra. Acosta.
Su carácter
silencioso se debe a que no produce síntomas específicos en etapas iniciales, y
su ubicación profunda en el abdomen impide que genere signos fáciles de
detectar en un examen físico. “Tampoco existe un método de tamizaje poblacional
efectivo y accesible, como sí sucede con otras neoplasias mediante mamografías
o estudios ginecológicos. Esto hace que la progresión sea rápida y
biológicamente agresiva. Como consecuencia, más del 50% de los pacientes debuta
con enfermedad localmente avanzada o metastásica”, señala.
SÍNTOMAS DE
ALARMA QUE NO DEBEN IGNORARSE
Aunque en fases
tempranas pueden ser sutiles y fácilmente atribuibles a otras causas, la
especialista destaca algunos signos que ameritan consulta médica, sobre todo si
son nuevos y persistentes:
• Dolor
epigástrico que irradia hacia la espalda.
• Pérdida de peso
involuntaria o falta de apetito.
• Cambios en el
ritmo digestivo: distensión, sensación de plenitud precoz.
• Ictericia
indolora (color amarillento en piel y ojos), uno de los síntomas más
sugestivos, sobre todo para tumores de cabeza de páncreas.
• Orina oscura y
heces claras.
• Diabetes de
reciente comienzo en adultos mayores, especialmente si se acompaña de descenso
de peso.
• Prurito persistente
sin causa aparente.
• Pancreatitis
recurrente sin factores predisponentes.
“Ninguno de estos
síntomas es diagnóstico por sí solo, pero en conjunto deben motivar una
evaluación adecuada”, advierte la Dra. Acosta.
FACTORES DE
RIESGO: GENÉTICA, ESTILO DE VIDA Y ANTECEDENTES CLÍNICOS
La mayoría de los
casos son esporádicos, pero existen factores genéticos y ambientales que pueden
aumentar el riesgo.
Entre los
genéticos, se encuentran la historia familiar directa de cáncer de páncreas,
ciertos síndromes hereditarios como: BRCA1/BRCA2 (especialmente BRCA2),
Síndrome de Lynch, Peutz-Jeghers, Mutaciones en PALB2, ATM, CDKN2A, Pancreatitis
hereditaria (mutación PRSS1).
En cuanto al
estilo de vida, el tabaquismo es el factor modificable más fuerte, el
sobrepeso, dieta rica en grasas y carnes procesadas, condiciones médicas
previas, diabetes mellitus (especialmente de larga data), pancreatitis crónica
(alcohólica, autoinmune u otras causas), e infección crónica por H. pylori
(asociación débil).
CÓMO SE DIAGNOSTICA
Y QUIÉNES DEBEN CONTROLARSE
Los estudios claves
para su detección incluyen:
→ Ecografía
abdominal: útil como primer estudio, pero limitada para lesiones pequeñas.
→ Tomografía con
contraste multiphase (TC trifásica): método de elección para diagnóstico y
estadificación.
→ Resonancia
(RMN) + Colangiopancreatografía por RM (CPRM): permiten evaluar vía biliar y
lesiones pequeñas.
→ Ecoendoscopía
(EUS): el estudio más sensible para detectar lesiones menores a 2 cm y obtener
biopsias.
→ CA 19-9: marcador
tumoral para seguimiento, no para diagnóstico.
No existen programas de screening para la población general. “Solo se recomiendan en personas con alto riesgo: portadores de mutaciones cBRCA1/2, PALB2, CDKN2A, PRSS1, Lynch, etc., personas con 2 o más familiares de primer grado con cáncer de páncreas, pacientes con pancreatitis hereditaria y síndrome de Peutz-Jeghers”, detalla la especialista. “En estos casos, se sugiere iniciar ecoendoscopía o RMN + CPRM de forma anual desde los 40 años o 10 años antes del caso más joven en la familia.”
AVANCES QUE
OFRECEN ESPERANZA
Si bien el cáncer
de páncreas continúa siendo una enfermedad de mal pronóstico, los avances
recientes han permitido mejorar las expectativas y la calidad de vida de los
pacientes.
“Hoy contamos con
quimioterapias más efectivas en etapas tempranas y avanzadas, cirugías más
seguras en centros de alta complejidad, terapias dirigidas según el perfil
molecular y nuevas modalidades de radioterapia que permiten un mejor control
local con menor toxicidad”, explica la Dra. Acosta.
Además, destaca
el valor del abordaje interdisciplinario: la combinación de oncología, cirugía
hepato-pancreatobiliar, gastroenterología, radiología avanzada, nutrición y
cuidados paliativos integrados desde el inicio contribuye a un acompañamiento
más integral y humano, y una mayor posibilidad de supervivencia.
Con el
asesoramiento de la Dra. María Abril Acosta (MN 165323 – MP 339640), oncóloga
especialista de DIM Centros de Salud
Por Oficina de Prensa
.jpeg)








.jpeg)